La constelación de Orión (el Cazador), es una de las constelaciones más conocidas y fáciles de identificar en el cielo. Contiene la estrella supergigante roja Betelgeuse, de magnitud aparente variable entre 0.5 y 1.3, y Rigel, que con una magnitud de 0.12 es la estrella más brillante de la constelación. El cinturón de Orión los constituyen las estrellas Mintaka, Alnilam y Alnitak.
Casi la totalidad de la constelación de Orion, a unos 1500 años luz, está formada por una descomunal estructura de nubes moleculares. Entre ellas encontramos nebulosas de emisión, nebulosas de reflexión, nebulosas oscuras (polvo) y estructuras de hidrógeno (regiones HII) donde se forman estrellas.
Varias de las nebulosas más brillantes de la constelación, las encontramos en la Espada, al sur del Cinturón de Orión. Así, por citar algunas tenemos, la Gran Nebulosa de Orión, también conocida como objeto Messier 42, M42 o NGC 1976, es una nebulosa difusa, de las más brillantes que podemos observar desde la Tierra. De hecho, es visible a ojo desnudo, incluso con cierto grado de contaminación lumínica. Está situada a unos 1270 años luz y tiene una magnitud aparente de 3.0. A su lado tenemos la Nebulosa De Mairan, M43 o NGC 1982, las nebulosas NGC 1977, NGC 1975. Por otro lado, en el Cinturón de Orión, en las proximidades de la estrella Alnitak, tenemos la Nebulosa Cabeza de Caballo o B33, la nebulosa de emisión IC 434, la Nebulosa de la Flama o NGC 2024 y la nebulosa de reflexión NGC 2023 (menos llamativa que las anteriores).
